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La despedida de César Franco: “¡Hasta siempre!”

La carta pastoral de César Franco con motivo de la festividad de la Epifanía del Señor, pone fin a una década del prelado al frente de la diócesis de Segovia. Franco se jubila; como es preceptivo, al cumplir 75 años, en diciembre puso su cargo a disposición del Papa que hizo efectiva la renuncia con sorprendente rapidez; el 29 de diciembre Francisco I nombraba como obispo de Segovia al también madrileño Jesús Vidal, que tomará posesión el 11 de enero. A partir de esa fecha, Franco pasa a ser obispo emérito, con la que la diócesis tendrá tres obispos, dos eméritos incluyendo a Ángel Rubio, predecesor de Franco. Hombre del mejor carácter, buen comunicador y gran intelectual (ha recibido premios por su obra poética), en la labor del obispo destaca un gran trabajo en la modernización de la diócesis y la transparencia en la gestión, recuperación del patrimonio  y el equilibrio económico. Durante su obispado, ciertamente, la diócesis de Segovia ha vivido un tiempo de esplendor en la recuperación de espacios patrimoniales sin menoscabar la vertiente económica; pese a la escasa población de la diócesis se ha conseguido mantener presupuestariamente con sus propios medios.

Con vitola de conservador a su llegada a Segovia -fue un estrecho colaborador de monseñor Suquía cuando el arzobispo lideraba una conferencia episcopal que mantuvo sonados enfrentamientos con los ejecutivos socialistas- ha mantenido no obstante una gran cordialidad institucional con las fuerzas políticas segovianas y de la región sabiéndose granjear una reputación de obispo cercano, de trato fácil, muy eficiente y proactivo. Deja muy alto el listón. En el debe, en consonancia con el resto de diócesis españolas, hay que destacar la falta de sacerdotes. En una década Franco ha consagrado dos sacerdotes segovianos, a pesar de los denodados esfuerzos por potenciar el seminario y las vocaciones. Desde Acueducto2 no podemos sino agradecer su cercanía y ayuda y desearle lo mejor en esta nueva etapa.  En su emotiva despedida, Franco conmina a “Ser fieles a Cristo” y recuerda que en la iglesia “no se dice adiós”…

Queridos diocesanos:

Al concluir mi servicio episcopal en esta Diócesis que el Señor me encomendó hace diez años, deseo despedirme de vosotros, como haré litúrgicamente el próximo 11 de enero en la catedral. Durante este tiempo he ido penetrando más y más en el alma segoviana, con el solo propósito de llevaros el Evangelio de Cristo a cada uno de vosotros, y con la convicción de que echaba la semilla en tierra buena, que siempre necesita ser arada y fecundada con las aguas limpias de la gracia. Os pido perdón por mis errores; os agradezco vuestra acogida, siempre austera y sincera; y os prometo que siempre os llevaré en mi corazón y os tendré presentes ante el altar de Cristo, pues mi persona ha quedado, por gracia de Cristo, unida a esta Diócesis.

No os digo adiós, sino ¡hasta siempre! Con gozo he vivido aquí la misión que Cristo me ha confiado en el misterio de la comunión de los santos, que es la Iglesia. Un obispo sólo puede vivir su ministerio en comunión con todos los obispos del mundo, bajo el cayado de Pedro, y en comunión con su pueblo. Se dice que el obispo confirma en la fe. Así es, en cuanto sucesor de los apóstoles. Pero también el obispo es confirmado —tantas y tantas veces— por la fe de su pueblo. Nunca me he dejado llevar por el desaliento, ni siquiera cuando en las visitas pastorales me han recibido, en pueblos muy pequeños, cuatro o cinco personas, incluso una sola. He visto siempre en cada cristiano la presencia de la Iglesia y he recordado que san Carlos Borromeo decía que una sola persona merece la dedicación entera del obispo. Me llevo en el corazón vivencias hermosas de fieles cristianos que me han acogido con la alegría de quienes acogen a Cristo; los nombres y rostros de sacerdotes que ya han pasado al Padre y cuya vida fiel, humilde y entregada me ha edificado profundamente. A los ancianos que mantienen la fe en pequeñas parroquias, donde no hay jóvenes ni niños. A los niños, adolescentes y jóvenes que he tenido la dicha de confirmar. A quienes me han abierto su alma para compartir conmigo sus gozos y penas. Y puedo decir por experiencia lo que decía un gran pastor de la iglesia, que el mayor arte entre las artes es el cuidado de las almas. Para eso vino el Hijo de Dios el mundo y para eso me llamó, sin mérito alguno, a ser sacerdote y obispo.

En la Iglesia no decimos adiós de modo definitivo. Ni siquiera cuando la muerte nos llega. Por ser una comunión en Cristo, no hay adiós que valga. Vivimos con el horizonte de la eternidad. De ahí que yo me despida con un ¡hasta siempre! En la oración y eucaristía diaria, mientras pueda, rezaré por Segovia, que ha sido, en términos teológicos y pastorales, mi esposa, por serlo, en primer lugar, de Cristo. Pediré para que el Señor bendiga vuestros hogares, vuestros niños, jóvenes, matrimonios y ancianos. Pediré por los sacerdotes y por las vocaciones sacerdotales. Y, aunque no vea las preciosas montañas que veo desde mi casa, en lo alto de la ciudad, recorreré con la imaginación y la memoria agradecida a esta hermosa diócesis y a sus gentes.

¡Sed fieles a Cristo! Nunca os apartéis de él, aunque vengan momentos difíciles. Haced memoria de lo que Dios os ha dado a lo largo de la historia. Y cuando bajéis paseando hacia el Santuario de la Virgen de la Fuencisla, acordaos de mí, pobre pecador como vosotros, y pedidle que me acompañe en este tramo último de mi vida para que nunca deje de alabar a Dios, como hizo ella, cantar su Magníficat y permanecer siempre fiel al pie de la cruz cuando me toque vivirla, con la certeza de que más allá, siempre más allá del sufrimiento y de la muerte, me espera la Luz inextinguible.

Que Dios os bendiga, queridos segovianos.

+César Franco. Administrador Apostólico


12 Comments

  1. Esperemos que quien le sucede si diga ese camino que Cristo se hartó de intentar inculcar a sus discípulos.
    El ahora saliente obispo ha tenido una obsesión clara a lo largo de su mandato, abandonar la generosidad que pide año tras año con la X famosa, exención de IBIs y otras prebendas que recuerdan muy buen a los privilegios del clero en el medievo.
    Ha reinstalado la censura cultural en los templos de culto, algo de épocas muy pasadas.
    Pero sobre todo el ansia por inmatricular inmuebles que no les pertenecen, recordaremos lo sucedido en Santa María, en su día con la Ermita de Bernardos, recientemente la de Los Huertos, casos wue si han salido a la palestra, pero nuestra provincia es una de las que más inmatriculaciones de este tipo, aprovechando la ley Aznar, se han producido de las más de 30000 en España.
    Se han hecho con estas propiedades, sin ningún tipo de documento acreditativo. Eso es lo wue ha practicado, además de otras cositas más este obispo, algo que según la propia enseñanza cristiana es un “robo”, algo que va en contra de uno de los mandamientos. En fin, después están ofendidos por una estampa de la vaca del Gran Prix, si Jesús levantase la cabeza y comprobase en que se ha convertido parte de su Iglesia, y entre estos estaría este ahora obispo Emérito…

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    • Ni ellos mismos se creen lo que predican. Muy acertado su comentario.

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  2. Que otras cosas???

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  3. Es curioso..
    Los proges hablan continuamente de solidaridad, de compartir y de respeto.

    En la práctica, no comparten ninguno de sus bienes que se guardan para si mismos.

    Nadie puede criticarle ni cuestionarles porque les asiste una supuesta superioridad moral de la izquierda.

    Tampoco respetan las creencias ajenas , y además, en un alarde de cobardía solamente ridiculizan a la Iglesia Católica y ni a otras religiones por lo que pueda pasar.

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    • Cómo son los regres, los que más critican las paquitas los que más la solicitan y los que más dinero reciben. Porque mis impuestos van a colegios concertados, u organizaciones religiosas ( todas) que me dicen como tengo que vivir. El que se crea los cuentos que se pague la fiesta, estamos hartos de que empresas religiosas y sectas nos roben y ninguneen.

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  4. ¡Hasta siempre Franco!

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  5. Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro».
    Del no ser Iglesia no nace nada.

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  6. Y nos tenemos que creer los cuentos que nos lee Broncano en TVE, que trinca 14 millones de euros al año de nuestros impuestos por reír a Sánchez, a los golfos sindicales que trincan cientos de millones de euros al año para sus mariscadas continuas y viajecitos, a los asesinos etarras, que tenemos que pagar, para que sean felices, libres e independientes en su país y no nos maten, a los delincuentes golpistas catalanes, que tenemos que pagar con nuestros impuestos su independencia, a Mohammed de Marruecos, que tenemos que pagar, con nuestros impuestos, para que no invada Ceuta, Melilla y Canarias. Aquí hay dinero público para ponerse sueldazos para miles de familiares enchufados y amigotes, oneges que son chiringuitos para robar, miles de asesores, ladrones y corruptos del Partido gobernante, para los cineastas compadres del dictador del Psoe de la ceja. Subvenciones a mares, másteres y todo tipo de chorradas e imbecilidades. Aquí hay dinero público para todo, salvo para hacer obras en los cauces de los ríos en Valencia que hubieran impedido los efectos de la Dana, para ayudar a las personas afectadas ahora, igual que no se hizo nada en Pandemia, cuando el Gobierno se dedicó a pagar comisiones por mascarillas fake a ladrones comisionistas, mientras morían 150.000 españoles. No hay un sólo euro de dinero público para hacer un sólo piso VPO en España de venta o de alquiler. Para el 30 por ciento de españoles, que son pobres no hay un maldito euro de dinero público, para esos impuestos e inflación. Para los que cobran salarios de mierda, que es la mayor parte de los españoles, tienen peores servicios públicos de Sanidad, educación, transporte, Justicia, pensiones si trabajas hasta los 68 años… Malditos chorizos y ladrones que están en el Gobierno.

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  7. Una despedida afectuosa y sentida de una gran persona. Siempre entregado a su labor espiritual. Reconocido, respetado por quienes le trataron en estos años de servicio en Segovia, creyentes o no creyentes. Un intelectual auténtico, sencillo y honesto. Autor de varios libros. El último publicado en 2023; original investigación sobre el evangelio de san Juan. Merecedor de un premio de poesía.

    Nadie está obligado a creer. Todos deberían respetar a los que creen. No ocurre, cuando el poder despótico promueve la ofensa pública a los creyentes y a la cultura cristiana. Una vieja táctica comunista.

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  8. Nadie que le conozca un poco creo que pueda criticarle y menos de una manera tan voraz como la de alguno de los comentaristas.
    Seguro que siempre ha actuado conforme a las directrices de la Iglesia y de la Ley Civil.
    ¿Le han escuchado alguna vez en sus Homilías?
    Qué manera de dar Catequesis.
    Hasta siempre D. César. Una fortuna haberle tenido de Obispo.
    Gracias.

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